Y al
final va a ser cierto eso que dicen que cuando cierras una puerta se abren
ventanales.
Y que entran a raudales las oportunidades que nunca tuviste, ni
esperaste tener... de esas que después de tantas despedidas y un adiós
definitivo, te juraste no volver a buscar, no volver a esperar, no volver a
pelear.
Y entonces, con el viento llega un hada mágica.
25% angelito, 75% demonio.
De esos que te vuelven loco, que te soplan su energía removiendo tus entrañas
como una veleta en medio de una tempestad.
Y no puedes huir, ni dejar de
esperar que vuelva con su zalamería a hacerte temblar, dudar de la realidad,
desear… enzarzarte en una disputa continua de impasividad… de llenar hojas y
hojas de cosas de esas que merecen ser compartidas, pero que nunca entenderán
los demás.
Y mañana, lo que tenga que ser.... será, y que salga el sol por donde quiera!
A Little Demon Girl
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