(Hay cosas que joden, simplemente. Que duelen, que
enrabietan, que frustran y encelan. Hay cosas que sacan lo peor de cada uno. Y
así es como escribo hoy, en modo Mr. Hyde, con esa especie de transtorno
disociativo de la identidad que me hace odiar, o malquerer).
Hoy te odio, como nunca, como siempre… pero hoy te odio
Por quedarte siempre lejos, por atarme siempre cerca
Hoy te odio, como hace mucho que no te odiaba, te odio
Porque me cortaste las alas, y me tapaste la boca con un
beso
Te odio, porque nunca me dejaste quererte, y cuando no
te quise, quisiste quererme tú. O fue un oasis en el desierto de mi habitación.
Una cruel venganza por una lucha incesante de amor… ¿amor? Por un irrefrenable adiós,
o por un miedo inamovible perseguido por un sentimiento imparable. Una
catarsis. Un géiser. Un “big bang” que sigue explotando cada vez que tu sonrisa
se enreda en otra sonrisa extraña, cada vez que tus ojos se pierden en otros ojos extraños.
Cada vez que al otro lado del teléfono se oye tu voz, y tiemblo, y tiembla mi
voz y me callo. Para no preguntar, porque alguien me dijo una vez que el que
pregunta, se arriesga a escuchar una respuesta que no le gusta. Y sé que no me
gustará. Sé la respuesta, como he sabido siempre tantas cosas de ti sin que me
dijeras nada. Porque estás dentro de mí. Y siento. Siento como tú sientes. Y te
odio por ello. Y por haber seguido adelante cuando me obligaron a dejarte
atrás. Por quererme a tu manera. Por olvidarme a tu manera.
Hoy, te odio más que nunca.
3 comentarios:
A veces el odio viene justamente del sentimiento contrario.
http://www.youtube.com/watch?v=7cZYvszjRLA
Un saludo! :)
Y este caso, no va a ser menos... digo yo ;)
Saludos poeta!
te odio por los dias que has estado sin estar
Publicar un comentario